Con el cambio de estación llega el momento del cambio de armario y guardar tus prendas más abrigadas a la espera que llegue de nuevo el frío.
Guarda tus prendas limpias y resguardadas de polvo y polillas. Puedes lavarlas utilizando los consejos sobre el bloqueo de prendas, pero no es necesario que estires y le des forma de nuevo a la prenda.
Sumérjela en agua templada con jabón neutro o especial para lana, déjala reposar entre 10 y 15 minutos hasta que se haya empapado de agua. No es necesario que la retuerzas ni frotes, si la fibra es 100% lana no suele ensuciarse (a no se que se haya manchado), ni coger olores.
Aclárala si fuera necesario, quita el exceso de agua envolviéndola en una toalla y apretando suavemente con las manos y déjala secar en plano.
Mira siempre los consejos de lavado en las etiquetas de la fibra con la que hayas tejido tu prenda, por si es superwash y admite lavado en lavadora, y ante la duda mejor lavarla a mano.
Guárdala en una bolsa de tela o plástico bien hermética y así la podrás disfrutar como nueva.
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